Unos meses después, aún mirando por el "retrovisor" a una situación totalmente inhóspita y extraordinaria para cualquier persona de nuestra era...¿que hemos aprendido desde la oficina de farmacia? ¿Que aspectos, experiencias, conocimientos y resultados ha quedado? ¿Hemos evolucionado o involucionado?
- La farmacia como centro de la atención farmacéutica: Considero que la oficina de farmacia, en general, ha salido reforzada, debido a su gran presencia entre la sociedad. El papel que ha servido la oficina de farmacia ha sido totalmente imprescindible para asegurar que todo lo relevante a los tratamientos crónicos y agudos de todas las personas que han necesitado asistencia farmacéutica fuera excelente, además de otros servicios que han sido desempeñados de manera invidual, especifica y subjetiva por cada farmacia, trabajadores y familiares.
- La oficina de farmacia, cerca del paciente: Hemos sabido conectar y reconectar con los pacientes y entre los profesionales sanitarios implicados en que el paciente esté tratado, con un seguimiento adecuado y en definitiva su salud esté controlada y correctamente cuidada.
- Hemos salido del mostrador: Si, en muchas ocasiones el personal de la farmacia, sea por cualquier tema, nos acostumbramos a "atender" y no a "dispensar" y seguir el recorrido del medicamento; es decir, asegurar que el paciente cumple su posología, cumple los intervalos, entiende su patología... es decir, hemos asegurado que nuestro trabajo está perfectamente validado.
- Hemos dado más importancia a la prevención: La consideramos vital, y sabemos que la prevención primaria es importantísima, pero no le hemos dado la importancia que merece hasta el COVID.
- Salud mental, la gran olvidada: Hemos visto muchos casos de pacientes, y allegados, que esta pandemia ha afectado a la salud mental, sea cual sea el tipo o desencadenante, hemos concebido que la salud mental es la gran olvidada sea en Atención primaria, farmacéutica y en la sociedad en general. Como personal farmacéutico, tenemos que asegurar que el paciente pueda encontrarnos como un profesional sanitario de confianza y de cercanía, para poder actuar de manera sanitaria posteriormente derivando a un especialista, avisar a cuidadores...
A mayores de lo que hayamos aprendido a nivel individual, estoy seguro que de esta horrible situación hemos podido y sacaremos partido para que no vuelva a producirse y podamos crecer como personas, y en este caso como personal sanitario y farmacéutico.
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