A veces es necesario un nuevo impulso para poder obtener la
velocidad que teníamos antes. Y la farmacia, como negocio de éxito que es,
engulle cada día muchas horas y trabajo que no permite ver más alla de las
recetas, pedidos y el día siguiente.
Para ello, es necesario pararse un segundo, tomar aire y
pensar en posibles acciones que nos ayuden a conseguir los objetivos definidos
previamente. Como negocio con alto trafico de clientes, es necesario tener una
buena imagen (corporativa si es posible) para poder suscitar el interés del
cliente y hacer de su estancia lo más agradable posible, y su vuelta sea mucho
más probable, no solo por el trato sino por la buena experiencia que haya
tenido.
Una reforma, no tiene porque ser extrema como para cerrar la
farmacia, sino llamémosle “lavado de cara”. Una pequeña reforma, un pequeño
cambio en la farmacia que haga cambiarnos de situación (ligeramente) nuestra
zona de confort y despertar esa motivación, muchas veces aletargada por la
rutina y la gran cantidad de trabajo existente. Hemos de tener en cuenta el
tipo de farmacia que tenemos y que nos gustaría tener, y cómo este cambio nos
puede ayudar para conseguir esa “farmacia ideal”. Considero que siempre hemos
de estar receptivos ante cualquier pequeña reforma para poder situarnos ante
las numerosas actualizaciones en nuestro entorno y sociedad.
¿Qué conseguiremos con éste cambio?
- Aumento de tráfico de clientes
- Mayor impacto de productos y/o marcas hacia nuestro target
- Mayor motivación en nuestro equipo
- Inversion en la parafarmacia y planificación de objetivos para esta categoría
He considerado muy interesantes los siguientes links, en
relación a lo hablado:
- http://www.clubdelafarmacia.com/blogclub/gestion/%C2%BFque-debo-hacer-si-quiero-reformar-la-oficina-de-farmacia/
- http://static.correofarmaceutico.com/docs/2006/09/cuadernosdegestion_18092006.pdf